
No encontramos mejor definición para éste café sin mucho artificio.
Y es que si algo define bien el alma de éste proyecto es la idea de relajación.
Un local donde los materiales hablan por si solos, pasando casi desapercibidos , pero que forman un conjunto perfecto y armonioso.
Una fachada limpia, con un gran escaparate y una alfombra con dibujo geométrico nos da la bienvenida y nos lleva a la que sin duda es la joya de el local. Una barra de mármol breccia pernice que nos acoge en el interior. Las paredes revestidas con mortero de cal, la madera de los muebles, el mimbre en apliques y taburetes y, los textiles de distintos estampados se entremezclan para formar el combo perfecto.
Así es C56.


















