Una casa de verano y un refugio esporádico durante el invierno. Un pequeño oasis al que escapar cuando los días lejos del mar sean ya demasiado pesados. Así comenzó esta aventura junto a M.José, nuestra partner in crime. Y así terminamos amueblando esta vivienda llena de luz, con los detalles justos para hacerla funcional y acogedora. El amarillo llena el salón de vida y salpicando algunos detalles en el dormitorio principal, que combinado con el blanco y el azul navy consigue un ambiente alegre y de mar. Los estampados de los papeles pintados y detalles en cuadros y decoración general de la casa son los aliados perfectos para este refugio donde desconectar será su principal función.