Viajar es por excelencia el pasatiempos favorito de una gran mayoría. Cuando lo haces por trabajo no deja de ser algo especial y siempre se puede sacar un ratito para visitar esos sitios que no paran de recomendarte, o el restaurante que acabas de fichar en Instagram o alguna revista. Nosotras siempre tiramos mucho de esto, también de las recomendaciones de amigos y, por supuesto, las intuiciones al pasar por delante de cualquier sitio bonito. Esperamos que estas pequeñas reseñas te sirvan para preparar tu próxima escapada a París, al margen de todo lo que ya sabemos que no debemos perdernos. ¡Allá vamos!
Hôtel Cabane.
En esta ocasión nos hospedamos tres noches en el Hôtel Cabane, ubicado en barrio de Montparnasse, a 30 minutos andando de los Jardines de Luxemburgo y a escasos metros de la estación de metro de Pernety. Nos pareció genial por precio y por lo bonito de sus instalaciones. Intuíamos que nos íbamos a sentir bien y así fue! Es pequeñito pero suficiente para los momentos de descanso. Aunque puedes incluir los desayunos en tu reserva, justo delante del hotel está Land&Monkeys, una boulangerie en la que poder tomarte un té matcha con leche de soja y un pain au chocolat, por comenzar con algo! Además, hemos descubierto que este hotel pertenece a un grupo hotelero precioso, así que echad un vistazo a todas sus opciones, ¡os encantarán!
Además, paseando por el barrio de Saint-Germain, encontramos el Hôtel Buci, desde fuera tuvimos flechazo! No os podemos contar mucho más pero si estáis buscando alojamiento en uno de los barrios más emblemáticos de París, lleno de cultura y siempre asociado a la parte más intelectual, esta podría ser una opción.
Ya tenemos alojamiento pero, ¿dónde comer en París?
Coco.
Sin duda, el sitio de moda en París, lo encontraréis en la misma Ópera Garnier. Para comer o cenar en Coco podéis reservar en su restaurante (no os vayáis sin probar su «poulet rôty» o los raviolis de langosta) o si os quedáis sin sitio aún podéis probar suerte en su zona de bar; los cócteles son deliciosos y siempre los puedes acompañar de algunos platos para picar, como su selección de quesos franceses, ¿qué si no?. Una de las cosas que más nos gusta de este lugar es su música en directo, sus versiones mezclando violín y guitarra son deliciosas.
En este último viaje hemos descubierto dos sitios en los que recargar las pilas y con un precio super asequible, recordando que estamos en París. Os contamos dónde encontrarlos y qué pedimos por si os sirve en vuestra próxima escapada.
Maison Sauvage.
Situado en el barrio de Saint-Germain-des-Près (aunque hay otro en la plaza Victor Hugo) se trata de un pequeño restaurante lleno de ambiente, un lugar atemporal y muy acogedor. Ideal para tomar alguna de sus tostas o ensaladas, nosotras nos pedimos además sus patatas fritas con aceite de trufa y parmesano, ¡deliciosas! No tuvimos tiempo para el postre, salimos pitando hacia el aeropuerto pero no pudimos evitar echar un ojo a la mesa de al lado y tenían una pinta es-pec-ta-cu-lar. Podéis ojear su carta aquí.
La Jacobine.
El gran descubrimiento. Está situado en la Rue Saint-André des Arts, una pequeña calle encantadora, llena de lugares en los que tomar unos vinos, cenar, o picar alguna cosita. Nosotras comenzamos tomando unos vinos en las terracitas cercanas y acabamos cenando en el interior de este pequeño local en los que encontraréis una carta de comida tradicional francesa. Nosotras no pudimos resistirnos a su sopa de cebolla (de las más ricas que hemos probado), un gratin de berenjena y su «confit de canard». Además de sus platos nos sorprendió mucho su precio, así que sin duda es un lugar super recomendable y para repetir en cada visita a París.
Un clásico. El café de Flore.
Uno de los lugares más legendarios del París más artístico e intelectual. El café de Flore es el lugar perfecto cuando quieras hacer una ruta por los clásicos de París y teletransportarte a alguna de esas épocas que ya son historia de esta famosa brasserie.
Situado en el barrio de Saint-Germain-des-Près, no es necesario reservar, ¡animaros a visitarlo!
Merci.
Merci es una de las conceptstore más bonitas de la ciudad. Fue donde nos tomamos el mejor té matcha con leche de alpiste del mundo! De la Lemon Pie que lo acompañaba no quedó ni las miguitas, y soñamos muchas veces con volver. Su fachada la reconocerás fácilmente, desde hace unos años se ha convertido en una de las paradas obligatorias si te interesa el mundo de la papelería, arte, moda, joyería… Ah! Importante: no ir con prisa, sobre todo tus acompañantes. Un lugar para pasar un buen rato entretenida.